sábado, 24 de febrero de 2018

Gordito, el hacedor de estrellas.


 
Gordito al piano mientras baila una de sus alumnas. Caricatura de Arteche en el número del 18.03.1936 de Ultima Hora.
 
 
 
 
Durante los primeros decenios del siglo pasado, es rara la finca de la calle Conde del Asalto que no alberga en uno de sus pisos una academia de varietés.


Las salas de espectáculo, los teatros del Paralelo, los music-hall, cada año y en conjunto necesitan el aporte renovado de cientos de muchachas jóvenes que puedan moverse con soltura, sepan menear un poco las caderas y hacer dos pasos de baile. Son las academias quienes proporcionan a las futuras artistas esa mínima desenvoltura que exige el empresario de los locales de ocio.


Para una chica de clase humilde, si tiene cierto atractivo y algún desparpajo, acudir a una academia de baile puede marcar la diferencia entre continuar con un trabajo en jornadas extenuantes en una fábrica o que el tendero acomodado que se ha prendado de ella al verla moverse en la pasarela, la retire.


Triunfar como artista solo está al alcance de unas pocas. Se calcula que en aquellos años, los primeros decenios del siglo pasado, hay no menos de 400 cupletistas solo en Barcelona. Con tanta competencia, la que pretenda descollar tendrá que tener muchas cualidades y trabajar duro.


Aparte de las que triunfan y las que consiguen retirarse tras atraer a una persona pudiente, el resto, que es la casi totalidad de las artistas, las que ametrallan con sus gallos a los espectadores más muchas de las bailarinas, optará por completar los magros ingresos que recibe del empresario de las salas de espectáculo añadiendo a la actividad artística el trato con el cliente, incitándole a beber en el foyer, lo que le supone recibir un porcentaje de las bebidas que se consuman, y un número de ellas nada desdeñable pasará la línea que separa del escarceo para que se consuman bebidas a la prostitución.

De entre todas las academias, ninguna proporciona tanta cantidad de "estrellas" a la industria del espectáculo de Barcelona como la academia de artistas de Gordito (Copernico Olver). Criadero de estrellas dirá de su academia Gordito. Gordito y no Copernico Olver, porque para todos, incluso para él, su nombre es Gordito.
 
 
Gordito recibe a las aspirantes a estrellas del Paralelo. Les enseña a corregir defectos. A veces se coloca en el escenario que tiene instalado en la academia, y se mueve y contonea para que la futura actriz tome nota de como tiene que hacer. Si la futura artista tiene posibilidades artísticas y su situación económica es delicada, Gordito le impartirá clases sin cobrar la mensualidad, le buscará un contrato y le comprará el vestuario en la confianza de que una vez colocada, la artista le irá devolviendo la cantidad adelantada. 
 
 
También acuden a la academia, para practicar las canciones y pasos de baile de la próxima revista, aquellas artistas ya instaladas en el "star-system" del Paralelo, ya sabéis, teatros del Paralelo, aforo gigantesco  donde familias al completo se llevan la comida de casa o comen cacahuetes mientras se ríen con los chistes o miran las piernas de las chicas del coro con niños que  corren y se persiguen por el pasillo central.

 
Gordito es polifacético. Además de hacedor de estrellas, dirige coreografías para los teatros y salas de fiesta, compone, letra y música, es rapsoda, actúa en películas, lleva una actividad intensa como miembro de la Sociedad Española de Autores dentro del comité de pequeño derecho. Gordito se convierte en un elemento indispensable para las salas de espectáculo en la segunda y tercera décadas del siglo pasado.
A Gordito lo describe físicamente un reportaje de Ultima Hora del año 1936, años después de su muerte: jovial, pequeño, con un voluminoso abdomen.. Un retrato sanchopanzesco.
 
 
Gordito también hizo sus pinitos como actor de cine. He aquí su retrato tomado de un fotograma de Don Juan Tenorio. Gordito es Butarelli, el dueño de la posada del Laurel, donde se encuentran Juan Tenorio y Luis Mejía. La película se rodó en 1922. y aparece Sancho Panza, es decir, Gordito.
 
 
                                                     Gordito en la película Don Juan Tenorio de 1921 dirigida por Ricardo de Baños


En 1906, junto con Juan Ribé, Gordito ha instalado una academia en el primer piso del número 28 de Conde del Asalto. La llaman Academia Artística . Raquel Meller es una de las que acude a la Academia Artística para que Gordito le enseñe el oficio de cantante de cuples y que se lo enseñe bien.
 
Raquel Meller venía de aprender baile español con el maestro Coronas, pero la Meller no era bailarina y no consiguió hacerse un espacio como tal. Tras su paso por la academia de Gordito, Raquel Meller empezará a rodar y a triunfar por el duro mundo de las cupletistas y ya no parará.
 
La Academia Artística publicará una revista quincenal, con letras de nuevos cuplets.
 
 
 
 
                                                                                                       El Eco Artístico. 1913.
 
                                                                                        La academia de Gordito.
 
  El Eco Artístico. Junio de 1913. Debió de ser el último anuncio de la Academia Artística. Tres meses más tarde se abría "La Cueva del Gordito"   
 
 
 
Estaba en que en 1906, Gordito dirige la Academia Artística en la calle Conde del Asalto, 28. En 1913, Gordito abre un local " La Cueva del Gordito" en la calle Tapias. Además de las clases a las futuras artistas, el local funcionará como sala de espectáculos.
 
 
 Anuncio en el Diluvio dando cuenta de la inauguración inminente de La Cueva del Gordito el día 6 de septiembre de 1913.
 
 
                                      Al parecer, terminó por inaugurarse el 11 de septiembre de 1913. La Vanguardia de dicho día.
 
 
 


En  diciembre de 1919, lo encontramos en la última academia de varietés que abre. En Conde del Asalto 60, 1º piso. Allí permanecerá hasta... hasta que por fin da cumplimiento a su deseo.


 
 
            1922.   Anuncio en El Diluvio. Gordito solicita señoritas para su academia ya situada en Conde del Asalto, 60.  
 

 

Pero antes de hablar de las ensoñaciones de Gordito, de la dirección que tomaban sus aspiraciones más sentidas, una relación de las actividades artísticas de Gordito al margen de sus academias.



1912 –  Director de escena  en La Buena Sombra y organizador de bailes en el Apolo.
 
 

 
 
 

1913 – miembro del comité inspector de programas de pequeño derecho de la Sociedad de Autores Españoles.



1915 – Dirección artistica del Madrid Concert, el local de Barcelona que quizá ha cambiado con más frecuencia de nombre: Delicias (1900-1906), Trianón (1913-1915), Madrid Concert (1915-1921), L'As (1921-1924), Teatro Talia (1924-1983), (Teatro Mártinez Soria (1983-1988), solar en este momento y desde hace muchos momentos.
 
 
 
 
 


1917 – Actuaciones de Gordito y su elenco de artistas en el Teatro Tivoli.
 
 
 
 


1919 – Gran Infern




 
 

1922. Actor en la película Don Juan Tenorio



1925 – Lo encontramos en el Palacio de Cristal.
 
 
 



A pesar de su actividad como hacedor de estrellas, del contacto con las muchachas más bonitas de Barcelona, que lo jalearan como director de espectáculos,  Gordito no se sentía satisfecho. Los intereses de Gordito no se colmaban con las artes del espectáculo.
 
A Gordito lo que en el fondo le ponía, la  verdadera vocación de Gordito, digámoslo todo, era ser funcionario. Y a ese objetivo aboco sus esfuerzos. En 1908 se había presentado a oposiciones de Ordenanza del Cuerpo de Vigilancia de Barcelona, y cabe suponer que sin éxito.
 
En los años veinte, aprueba las oposiciones de telegrafista en Zaragoza  ¡¡¡por fin era funcionario con plaza fija!!!  que es desde siempre la vocación y finalidad de tantos españoles. Gordito se trasladó a Zaragoza abandonando sus hasta entonces funciones artísticas.  Al poco pudo saltar a Manresa y de ahí pasó a Barcelona. 
 
Como hay personas tocadas por la fortuna, su traslado a Barcelona coincidió con que ganó un primer premio en la lotería. No era la primera vez. Ya en una ocasión, consiguió un premio en la lotería y Gordito lo celebró con una fiesta en la calle. En Conde del Asalto. Instaló mesas y sillas, colocó una orquestina para que amenizase la fiesta, invitó a todo el vecindario a comer y beber. Y allí fue Troya.
 
Esta vez, el premio no le aprovechó apenas.  Al poco, Gordito fallece. Entre julio de 1927 y noviembre de 1928.

7 comentarios:

  1. Fantástic article. Això és recuperar la Història de Barcelona. Gràcies!

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  2. Com sempre una de las tevas historias que recupera els nostres barris Enric. Aquesta no la coneixia , no era del meu temps,passaré per l´dressa per ferma una ideia ,,,, Obrigado noi !!

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  3. Disculpa José por poner Enric,era vecino de esta calle de 1931 al 61 en el edificio donde habia el Eden Concert,casa Emilia ,pension Prats.Bar Eden,foto Eden ,cine Eden . mis padres eran los porteros nº 12

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  4. Jaume, ninguna disculpa. Es un honor que me hayas confundido con Enric. Un abrazo.

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  5. Gracias por recuperar la historia de mi
    bisabuelo q tantas veces me ha contado
    mi padre, su nieto Juan Olver

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